La agroindustria azucarera de la provincia de Santiago de Cuba encauza las labores para que la venidera zafra se constituya en el despunte necesario que apremia al sector, cuyas últimas contiendan han sido las más exiguas de su larga historia.
En ese sentido, en los ingenios Dos Ríos, de Palma Soriano, y Paquito Rosales, de San Luis, se ejecutan labores de mantenimiento para que cumplan con sus respectivas misiones fabriles: azúcar el uno y meladura el otro. Se prevé que entre finales de este mes y principios de octubre, el ingenio sanluisero comience a producir ese derivado de la caña.
Ha trascendido que, tras cuatro años sin fabricar azúcar, la elaboración de mieles para producir alcoholes será su principal misión hasta diciembre de este año, fecha en la que se prevé que sus centrífugas arranquen para que de ellas salga azúcar crudo, destinada a la canasta familiar normada y el consumo social.
Ahora bien, el Dos Ríos será determinante para cumplir los planes, con materia prima tanto de sus estructuras como de las pertenecientes a las EAA Julio Antonio Mella (Mella) y América Libre (Contramaestre). La industria palmera, que no pudo cumplir lo pactado para la zafra precedente, también ha de garantizar la autosuficiencia energética y el necesario aporte, con sus respectivos turbogeneradores, al Sistema Eléctrico Nacional.
Las mieles, aguardientes y otros derivados de la caña de azúcar se encuentran, además, entre lo que esta empresa agroindustrial debe elaborar, haciendo un uso eficiente de sus recursos humanos, materiales y financieros; de manera especial del combustible que el país destina al efecto.